Entre finales de la década del sesenta, en el siglo XIX, y los festejos del primer centenario, fueron explotados al menos dos yacimientos auríferos en el Uruguay: San Gregorio, en Corrales, por parte de The gold fields of Uruguay, y las minas de Santa Ernestina y San Pablo, propiedad de la Compañía francesa del oro en Uruguay en la zona del Cuñapirú.
Dos emprendimientos que excavaron, molieron y pulverizaron millones de toneladas de cuarzo hasta lograr separar el oro de la roca, pero también dos historias “saintsimonianas” que hablan de la producción convertida en un espectáculo sublime. A finales del siglo XIX en el norte uruguayo no sólo funcionaba un teleférico destinado a transportar piedra escalando los cerros -impulsado por las turbinas de la primer represa hidroeléctrica de América Latina, sino también, existía un pueblo minero que vivía su propia edad febril animado con prostitutas y bailarinas francesas.
El laboratorio 2012 propone investigar el territorio de la minería del oro en el Uruguay del XIX y, además, explorar sus más insólitas ramificaciones.
El curso se organiza en sesiones semanales los días miércoles de 19.00 a 22.00 + una visita obligatoria a la zona minera de Corrales y Cuñapirú.
El trabajo combina investigación de documentos y archivos con fotografía y video.
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